Hoy, en el Día Internacional de la Mujer, nos unimos en una día de resiliencia, coraje y determinación. Reconocemos los avances conseguidos gracias a la lucha incansable de mujeres valientes que, a través de la historia, han roto barreras y desafiado estereotipos para reclamar su lugar en todos los ámbitos de la sociedad.
Sin embargo, este día va más allá de una simple celebración; es un llamado a la acción. A pesar de los progresos, aún nos enfrentamos a desafíos significativos: la brecha salarial de género, la violencia contra las mujeres, la falta de representación en posiciones de liderazgo y los obstáculos para acceder a la educación y la salud, entre otros.
Reivindicar el Día de la Mujer significa reconocer que la lucha por la igualdad de género está lejos de haber terminado. Nos invita a reflexionar sobre cómo podemos contribuir, cada uno desde nuestro lugar, a construir un mundo más justo e inclusivo. Significa educarnos y educar, cuestionar las estructuras de poder y promover cambios significativos en nuestras comunidades.
Hoy, celebramos a todas las mujeres: sus historias, sus éxitos y su resistencia. Pero también renovamos nuestro compromiso de trabajar unidos para erradicar la discriminación y la violencia de género, apoyar la autonomía y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas, y garantizar que sus voces sean escuchadas y valoradas.
En este Día Internacional de la Mujer, reconozcamos que cada paso hacia la igualdad de género beneficia a toda la humanidad. Juntos, podemos crear un futuro donde todos tengamos las mismas oportunidades de brillar.